Baja un poquito la temperatura, las hojas se vuelven marrones, crecen las moras y las setas… El otoño es, sin duda, el momento perfecto para salir al campo, disfrutar del aire limpio, los coloridos paisajes y, de paso, hacer un ejercicio sencillo pero muy beneficioso casi sin darnos cuenta.

El senderismo es una actividad al alcance de casi cualquiera, para el que solo necesitas unas zapatillas cómodas y con buen agarre (unas botas que te sujeten el tobillo si piensas meterte por terrenos irregulares o con mucha pendiente), ropa cómoda y una mochila en la que llevar agua y algún tentempié. Además de ponerte en movimiento, haciendo senderismo respirarás aire limpio y descubrirás la naturaleza, ¿qué más se puede pedir? Aquí van algunos de sus beneficios más importantes.

(Fuente: Vitónica)